Son casi las cuatro de la madrugada.
Me duele la espalda.
Mi madre me espera en la cama, impaciente.
¿Desde cuando deje de ser aquella niña, lanzada a los brazos de la tormenta?
¿Por qué me sofoco tanto?
Soy una pajera destructiva.
Ay, ay, ay... voy a tener que aprender tantas cosas.
Aprender de Sócrates, de Epicuro... si, EPICURO, con CE, de CASA. Pf... jaja ¿Y quién carajos me creo corrigiendo? si hace dos días no sabia por qué hacían con las manitos "paz y amor", en el recital de Paul Mc Cartney.
Bueno.
Mi dilema de estos últimos días...
es que tengo un amor platónico:
mi profesora de filosofía.
El otro día me mandé una cagada en clase, y nos puteó.
Lloré todo el día
Ella me dijo que estaba todo bien
sin embargo, no puedo parar.
Me siento triste
por no ser importante para ella.
Decepcionada
por no poder resaltar
aunque sea por IMBÉCIL.
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